Pintor alcoyano. Desde su infancia siente la pasión por la pintura y consigue marcar un estilo muy personal en su obra.
La perfección de sus trazos y el color tan natural hacen que sus cuadros hablen por sí mismos. El detalle y el buen gusto en sus bodegones hacen inconfundible su obra. De sus flores podríamos decir que tiene un gusto refinado y exquisito; cuando las contemplamos nos transportan a la estación del año más explosiva de color como es la primavera.
La tersura, casi la fragancia, la vitalidad de los tejidos vegetales, han encontrado en estos cuadros su punto de salvación. Han dejado de ser presa fácil del tiempo, tan corto para una flor que nos sirve de ejemplo pesimista, pero bello, con el término de la existencia humana.
Sus numerosas exposiciones hacen que su obra se encuentre por toda la geografía Española. Algunas de sus obras también tienen espacio en algunas colecciones particulares fuera de nuestras fronteras